Murallas de Roma

Localización: Región del Lazio, Italia.
Extensión: 19km (actualmente 12,5km)
Fecha:  S.VI a.C - S. III d.C
Muralla aureliana
Roma conocida popularmente como "la ciudad de las siete colinas" ha sido probablemente el ejemplo más grandioso del Imperio Romano. Sus murallas no iban a ser menos, pues con la continua expansión de su imperio, los límites de su ciudad también lo hacían. Tanto es así que pasaron nueve siglos desde la construcción de la primera muralla (serviana) hasta la más "reciente" ya en el S.III con Aureliano como emperador. Hasta la construcción de las murallas servianas existen cuatro fases que la preceden:

Roma Quadrata
  1. Al comienzo de los tiempos de la capital imperial nos encontramos con la denominada Roma Quadrata, en el monte Palatino, constituida únicamente por el Pomerium y un pequeño muro (posiblemente de  madera). Este muro significaba más que un elemento defensivo, era un elemento de caracter religioso, una línea sagrada la cual delimitaba hasta donde llegaba Roma,a pesar de que los territorios colindantes se suponían que pertenecían a la propia Roma.
  2. Posteriormente se crearía la Liga del Septimontium (Liga de las siete colinas), fruto de la unificación de la Roma Quadrata (latinos) con las tribus sabinas de los montes Viminal y Quirinal. El Septimontium comprendería entonces el Cermal, estribo del Palatino que descendía hacia las marismas que existían entre este y el Capitolino (Velabrum); el Velio, que unía el Palatino al Esquilino; el Fragutal, Oppius y Cispius, que formaban las tres cimas del Esquilino; y el Subura, en el valle situado entre el Esquilino y el Quirinal.
  3. Un tiempo después Roma se llamó la Ciudad de las Cuatro Regiones, debido a  la inclusión al Septimontium de los núcleos del Quirinal y del Capitolino. Debido a esto se volvieron a ampliar las murallas y también el Pomerium.
  4. En esta última fase ya se denomina a Roma como La Ciudad Serviana, debido al sexto rey romano, Servio Tulio, que decidió ampliar de nuevo los límites de la ciudad, incluyendo esta vez al monte Aventino.
Roma en la Liga del Septimontium
Se conoce que ya que en el S.VI a.C hubiese ya una muralla, que se ha atribuido tradicionalmente a Servio Tulio, pero no tenía nada que ver con  la conocida y que actualmente se puede observar en Roma que ya data del S.IV a.C.En la actualidad se ha generalizado una tendencia a negar cualquier verosimilitud a la tradición antigua, no del todo justificada en este punto específico, pues no faltan indicios que nos harían suponer la existencia de unas murallas aún más antiguas. Tales testimonios son:

Muralla serviana
1) Las fuentes literarias que atribuyen al rey Servio Tulio la inclusión del Esquilino en la ciudad, e incluso quizá la del Quirinal y el Viminal (una tradición confirmada por la existencia de templos, al menos sobre la primera de estas colinas, desde el siglo VI). Si es así, no podemos pensar que la ciudad, totalmente desprovista de defensas por este lado absolutamente llano, haya permanecido abierta e inerme como presa fácil para cualquier atacante. El Agger, macizo terraplén defensivo con que contaba Roma en la zona comprendida entre el Quirinal y el Esquilino, debía tener un precedente desde el siglo VI a. C.

2) Tramos de muralla de cappellaccio, la toba del lugar, muy porosa, usada casi exclusivamente en la edad arcaica, que se conserva en diversos puntos de la ciudad. En el siglo IV a. C. fueron restaurados con bloques de toba de Grotta Oscura, lo que prueba su mayor antigüedad respecto a loa últimos.

3) Las investigaciones arqueológicas demostraron que en muchas ciudades de Etruria y de Lacio había muros defensivos ya en el siglo VI a. C., si no antes.


En definitiva estas primeras gran murallas romanas del S.IV a.C tenían una anchura de 3,6 metros y 11km de extensión,  con algo más de una decena de puertas.
Las restauraciones de las murallas se fechan en el 353, en el 217, en el 212 (durante la segunda guerra púnica) y en el 87 a. C. (durante la guerra civil entre Mario y Sila). La técnica de construcción del muro del siglo IV es idéntica en todas partes: las hiladas de los bloques (en general de unos 59 cm., o sea, dos pies romanos) están dispuestas alternativamente de cara y de canto. La altura total era de unos 10 m., y el espesor de más de 4 m. en algunos puntos. La obra necesitó de la colaboración de muchos canteros que trabajaron al mismo tiempo, como se advierte en los puntos de unión, donde los tramos hechos por cada trabajador se tocan y no coinciden perfectamente. También se atendía a la organización de la cantera, lo que se ve con claridad en las numerosas marcas visibles en los bloques, que se explican como un medio para controlar el trabajo cumplido por cada cantero u operario. 


Puerta Ostiensis
 Y ya sería en la época imperial cuando se levantarían las murallas aurelianas Eran una construcción militar de carácter defensivo construida en la ciudad de Roma por el emperador Aureliano. Su longitud original fue de 19 kilómetros, pero en la actualidad sólo se conservan 12,5 kilómetros. El propósito de su construcción fue defender Roma de las invasiones bárbaras, que comenzaron a partir del año 271 d.C.
Muralla Aureliana
El círculo completo rodeaba una superficie de 13,7 km². Las paredes cuentan con 3,5 m de grosor y 8 m de altura con una torre cuadrangular cada 100 pies romanos (29,6 m). Fueron remodeladas en el siglo V, doblando la altura (llegando hasta 16 m), por orden del general Flavio Estilicón, hombre fuerte del Imperio en época de Honorio. Tenían forma de hexágono y en ellas se emplazaban 382 torres, 7.020 almenas, 18 puertas principales, 5 poternas, 116 letrinas y 2.066 ventanas exteriores.



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